Dicen del tiempo, que su magia forma en inquebrantables muros los buenos recuerdos, y es verdad, no sólo son insustituibles baldosas, sino también, la mayor prueba de que el mejor estado del hombre se experimenta en sus momentos de madurez.
Ésta creación nueva, y de cuyos inseparables rumores no logré escapar por mañanas, tardes y noches enteras, llega finalmente a mi vida haciéndole frente al mundo para luchar, navegar, reír, conmover, llorar, volar y crecer…y que como un nuevo ser, verá en los lectores, amigos míos, a sus verdaderos padres…
…porque como alguna vez le confesé a una mujer, yo no soy dueño de mis versos, sino quien los ha inspirado, no soy tampoco quien los juzga, porque el mejor crítico y poseedor definitivo, es precisamente quien los lee, circunstancia que en nuestros tiempos ya es virtud…
…el poeta no es traductor de metáforas, es un instrumento de fuerzas divinas, cuya tarea encomendada, es lanzar al mundo ideas para que los ojos las desmenucen, la mente las digiera y el corazón las transporte al recuerdo para que entonces, el cuerpo las deseche en sonrisas…eso es poesía…
Son ya diez años los que suceden a las primeras frases escritas Desde el fondo de mi corazón en una Lunada Dominical de Canadá, país que por mera naturaleza espesó mis sentires y los colmó en un manantial imaginario que cambió mi vida para siempre; y al retomar éste proyecto, siento venir aquéllas antiguas ilusiones para visitarme un tanto agradecidas…
Y como un pintor que contempla sus trazos una y otra vez, en repetidas ocasiones, desde diferentes ángulos y anlizando cada matiz, yo admiro todas estas ramificaciones que germinan entre letras, porque más que un conjunto de redacciones tituladas, es una antología de los momentos más bellos de mi vida hasta ese entonces, en aquéllas tierras del maple, los osos y el jockey de los Canucks.
…y nunca más volví a ser el mismo de antes…
Lunada Dominical
Poem for a lovely girl
Poema para una dulce mujer
Me gustas
Entre el río y la primavera
Amor
Me afliges
El efluvio de tu existir
Contigo
Gesto sublime
A una musa inmediata
Por quien eres
Donde tu luz se acuesta
Ayer mientras llovía
Un momento inolvidable
Despertares
Cuando amanece
El vuelo de tus alas
Trece de Mayo
El milagro de sus ojos
Estoy enfermo
Deja que te confiese
Nocturno
Si algún día quisiera describirte…
Tu mal humor
El día más feliz de mi vida
Al extrañarte así…
La voz de tu esperanza
Mi primera impresión
Bendito recuerdo
Mi amor por ti
Un llanto desconocido
Impaciencia sublime
Ensueño del alma
CAPÍTULO TRES.
Palabras en el vientoLa cercanía de un beso
Humilde canción
Un canto en primavera
Recordando la tarde
Amaneciendo
La libertad de mis palabras
El más bello de mis relatos
Es muy poco
Suponiendo
onde tus huellas se van
Para una inolvidable andariega
Ésta mañana
La dama sitiera
Vanidad dormida
Instantes
El hálito de tu voz
Canción inesperada
Mientras nevaba de noche
Un verso libre
Relato de un recuerdo
CAPÍTULO CUATRO.
Mis motivos de amarte…
En un crepúsculo
Mujer en calma
Al canto de tus ojos
Confesión
Recordándote en silencio
Un amargo Adiós
Hoy
Por hablarte sólo a ti
Melodía de Verano
Soledad del Mar
Saudade…
Huellas de una reina sin corona…
Un himno al recuerdo
¿Será que el destino nos une?
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